Alemania, Neuburg an der Donau
Un dia, el director del hospital que era cirujano, y con el que tenia buenas relaciones, considerandome como lo que era, un estudiante universitario, me ofrecio un billete de cien marcos (en aquel momento la comida en la mensa de la universidad, costaba 0,60 marcos).
Yo le dije que no los necesitaba, que podia arreglarme sin ellos, y entonces me retruco algo asi: "Yo tambien fui estudiante y se como la pasan todos ellos. Tomelo, gastelo bien y el dia de mañana cuando usted pueda repita esta operacion con alguna otra persona que necesite una ayuda".
Su gesto y sus palabras no los he olvidado nunca y procuro que me acompañen siempre...
Manolo
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